La ciencia de la confianza

13.03.2023
  • La confianza es la base de la democracia y los actores en los que la colocamos definirán nuestro futuro a corto plazo.
  • El 64% de las personas dice que no es posible tener debates constructivos y civilizados sobre temas en los que no están de acuerdo. Es decir, nos falta capacidad para debatir y colaborar.

El 2022 fue otro año negro para nuestro sentimiento de confianza social. Tenemos cautela de nuestra comunidad, de nuestros compañeros, de las opiniones de las personas, de los políticos, de los medios y los periodistas, de la información que recibimos. La desconfianza nos ha devorado y nos impide unir manos para encontrar soluciones a los problemas del día a día.

Para más de la mitad de la población del mundo, la desconfianza entre las personas es el sentimiento generalizado. Analicemos a qué denominamos crisis de confianza.

¿Cómo llegamos a esto?

La confianza es una emoción que nos permite manejarnos en sociedad. Se define como una disposición afectiva hacia otra persona o institución que nos permite relacionarnos.

Por lo mismo, la confianza también es un elemento esencial para el sistema democrático contemporáneo. La crisis política actual está íntimamente ligada a nuestra incredulidad en todo aquello que implique al gobierno, democracia, e incluso, el contacto estrecho con otros ciudadanos.

¿Qué es confiar?

La confianza es activa. Confiar implica la expectativa de una acción o futuro que deberá ser confirmado. Por ejemplo, se confía en la pareja porque realiza acciones claras que nos ha comunicado. O bien, se confía en comprar dólares porque se espera que en el futuro serán una buena inversión. En pocas palabras, existe una relación intrínseca entre confianza y satisfacción a futuro.

La acción de no confiar representa un estado en el que la persona no espera nada de las personas o las instituciones. Esto significa que no confiar es una acción pasiva.

La desconfianza, en cambio, es cuando esperamos un resultado opuesto o distinto al que deseamos. Esto significa que nuestras expectativas son negativas respecto al resultado. Ese es el punto en el que estamos como sociedad. Si nuestros líderes políticos nos prometen que todo va a estar bien, nosotros esperamos todo lo contrario.

Confianza social fallida

El informe 2022 de Edelman Trus Barometer muestra hallazgos relevantes.

La desconfianza entre las personas es el sentimiento generalizado en las democracias consolidadas. El 64% de las personas dice que no es posible tener debates constructivos y civilizados sobre temas en los que no están de acuerdo. Es decir, nos falta capacidad para debatir y colaborar.

Debemos insistir que la discusión entre los ciudadanos es una piedra angular de la esfera pública y una clave para la mayoría de las democracias deliberativas.

La confianza social surge de las relaciones entre los individuos. Es el sentimiento de seguridad que tenemos en relación con las acciones de otras personas y el impacto de sus decisiones en nuestro bienestar.

Al existir confianza es posible que los individuos desarrollen relaciones cooperativas entre ellos, forjen una identidad común y busquen objetivos compartidos. Estamos alejándonos de ese objetivo.

Confianza política en tela de juicio

Los gobiernos y medios alimentan el círculo de desconfianza. De acuerdo a la misma encuesta de 2022, uno de cada dos personas ven al gobierno y a los medios de comunicación como fuerzas divisoras en la sociedad. Además, los líderes políticos y los periodistas son considerados los actores sociales menos confiables.

Las fuentes noticiosas han fallado en generar confianza en la información. Lo que resulta paradigmático es que no existe una fuente de información confiable. Los motores de búsqueda como google sólo tienen el 59% de credibilidad, los medios convencionales el 57% y las redes sociales sólo el 37%. No existe una fuente fidedigna de información.

La población tiene preocupación por las noticias falsas también conocidas como Fake News. El 76% de la población tiene miedo de que la información a la que accede sea falsa.

Al no contar con espacios de confianza, el escenario de una película apocalíptica se desarrolla cada día. Las personas observan que los miedos sociales van en aumento. No existe la visión de un liderazgo y temores como la falta de empleo y el cambio climático gobiernan las principales preocupaciones.

Hacia dónde vamos en 2023

Ante el panorama generalizado de desconfianza, se debe incentivar el liderazgo político, la comunicación asertiva y la creación de cuadros capacitados para revertir los procesos sociales que debilitan la democracia.

Hoy, más que nunca, requerimos de herramientas y conocimientos específicos para impulsar procesos políticos que garanticen el bienestar de la población y el respeto a los derechos de las personas y las comunidades. Requerimos volver a confiar.

Por: Mtro. Juan Manuel Coronel, Periodista y escritor, Integrante del claustro docente del curso 'Comunicación política asertiva'.